¡Hola a todos!
Un año más, Jardín de Amor (JDA de ahora en adelante) nos vuelve a recibir con las manos abiertas. Nos espera un mes intenso y lleno de emociones. Después de que Jaime y Alex llegasen hace casi una semana y de que gran parte del equipo JDA 2015 haya ido aterrizando estos últimos días, por fin sacamos un momento para empezar con este blog. Un blog en el que cada día alguno de nosotros escribirá para compartir con vosotros lo que hemos hecho, sentido y vivido.
La verdad es que está siendo una semana impresionante. Como de costumbre, el primer día en la escuela no ha dejado indiferente a ninguno de los que hemos venido. La entrada con todos los niños esperando, confeti por los aires y música de fondo, seguida de miles de abrazos y sonrisas, es algo que ninguno de los voluntarios olvidarán con facilidad.
También han sido días en los que nuestros sentidos se han encontrado con miles de novedades. Los olores a leña quemada en Santa María, los colores de las artesanías del mercado, las asperezas de los azadones, el sabor de los frijoles o la forma tan peculiar con la que los niños se refieren a nosotros son algunos de los recuerdos que nos llevamos de estos días.
Pero si tuviésemos que elegir un titular para esta semana, sería el del huerto. Rápidamente nos hemos dado cuenta de que el haber venido tantos (somos 17 y todavía nos falta Víctor) es una bendición. Creo que ninguno de nosotros se imaginaba lo duro que iba a ser preparar el terreno para el huerto de JDA. Sin embargo, a pesar del sol y la lluvia, de las ampollas en las manos y de la fauna que habitaba en el terreno, hemos sido capaces, en a penas 3 días, de limpiar todo el huerto y de construir la valla ¡más bonita de todo Santa María de Jesús!
¡Mañana tendréis miles de fotos de todo pero por ahora nos despedimos que ya son las 10 y media y nos vamos todos a dormir!
¡Besos y abrazos del equipo JDA 2015!
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